
La actriz canadiense, que acaba de cumplir 43 años, ha confesado que jamás se inyectaría botox. De hecho, aunque es consciente de que vive de su imagen, no le importa que su cara tenga arrugas.
"Nunca me he inyectado botox. No me gusta la expresión facial que deja. Me asusta. Todos los que se lo han inyectado tienen la misma cara", revelaba la que fuera protagonista de 'Los Vigilantes de la Playa' a 'Fabulous Magazine'.
La estrella canadiense cree que hay que asumir el paso de los años, por lo que considera absurdo que muchas de sus compañeras tengan tanto miedo a envejecer e intenten parecer eternamente jóvenes.
"No creo que debiera tomar ese camino, especialmente a mis 43 años. Tenemos que saber envejecer. Nunca he sido la persona más guapa y no siento la necesidad de perseguir la juventud", aseguraba Pamela.
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