La actriz norteamericana exigió más de la cuenta al servicio del hotel madrileño donde se alojó hace unos días durante su paso por España para promocionar 'Sígueme el rollo'.Entre otras cosas, Jennifer pidió una nevera llena de bebidas light y de soja, yogures desnatados y una bandeja de quesos ligeros italianos, todo ello para seguir manteniendo la talla 36 a sus 42 años.
Además, todas las comidas de Aniston debían estar compuestas por crudités, guacamole y pescado a la plancha. Asimismo, como aperitivo la intérprete se decantaba por raciones generosas de fruta fresca.
Por otra parte, las bebidas que han formado parte estos días del mini-bar de la ex de Brad Pitt son Dry Martini, vodka Grey Goose y vino Santa Margarita.
es.noticias.yahoo.com
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